Luis XVI, en la noche del 20 de junio de 1791, decidió huir de París y dirigirse hacia el norte buscando el territorio belga (en este momento en poder de Austria; no olvidemos que su mujer, María Antonieta, era austriaca). Antes de salir, escribió un documento ("Declaración a todos los Franceses") que, para algunos, es su verdadero testamento político muy diferente al que redactara en la prisión del Temple poco antes de ir hacia la guillotina. Se conocía el contenido del documento, pero no el original que tras haber estado desaparecido más de 200 años, fue recuperado en 2009 en los Estados Unidos. (Interesante reportaje sobre el documento, su recuperación y el curioso Museo de Cartas y manuscritos de París).
Página con su firma. |
En el citado documento, Luis XVI señala las razones que le han impelido a dejar Francia y da su visión sobre los acontecimientos revolucionarios manifestándose en contra de la constitución de 1791 que él mismo había jurado y de la más importante legislación revolucionaria de la Asamblea Nacional Constituyente. El texto debía darse a conocer cuando el Rey ya estuviera fuera de Francia, sin embargo, escribirlo antes de haber salido fue una gran imprudencia que le costaría caro.
El rey concluye con estas palabras:
"Franceses y especialmente vosotros parisinos, vosotros, los habitantes de una ciudad que a los antepasados de Su Majestad les gustaba llamar la buena ciudad de París, cuidaos con las sugerencias y las mentiras de vuestros falsos amigos, volved a vuestro Rey, él será siempre vuestro padre, vuestro mejor amigo. Qué placer haría olvidar todos los insultos personales, y reunirse en medio de vosotros ahora que una Constitución será aceptada libremente hará que nuestra santa religión sea respetada, que el Gobierno se constituirá sobre una base estable y útil por su acción, que la propiedad y la situación de cada quien no serán perturbadas, que las leyes no se violarán con impunidad, y finalmente la libertad se posará sobre bases firmes e inquebrantables. En París, 20 de junio de 1791, Luis."
El rey fue reconocido en Varennes y devuelto a París. ¿Cómo fue reconocido? Hay varias versiones, una muy curiosa es la de J. B. Drouet, jefe de postas del lugar:
“A las 7,30 de la tarde del 21 de junio dos carruajes se detuvieron en la posta de Sainte-Menehould. Me pareció reconocer a la reina, y había un hombre sentado en la parte de atrás que era la viva imagen del rey Luis que aparece en el billete de 50 libras. Cabalgué campo a través con un compañero hasta Varennes y allí bloqueamos el camino. Un par de horas más tarde, y con la ayuda de gente del lugar, detuvimos el carruaje. El rey se vio obligado a reconocer quién era”.
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