La muerte de Marat, de Jaques-louis David, 1793. Museo de bellas Artes de Bruselas. |
El 13 de julio de 1793 Jean-Paul Marat era asesinado en su casa mientras tomaba uno de los frecuentes baños a los que lo obligaba la enfermedad de la piel que padecía. El crimen lo acometió Charlotte Corday, una joven de 25 años que había viajado desde Caen con la intención de matarlo por considerarlo responsable de la persecución contra los girondinos. Fue un periodo de enconadas peleas entre corrientes políticas dentro de la Convención Nacional, la asamblea elegida en septiembre de 1792 que había proclamado la república. Marat impuso una política muy dura contra los girondinos, acusándolos de moderados. Tras su muerte, Robespierre, Danton y Saint-Just siguieron su estela y radicalizaron las instituciones.
La Convención encarga este cuadro justo después de estos hechos. El artista, amigo del propio Marat, también se encargó de su funeral. En la base de la caja aparece la dedicatoria y la fecha "À Marat/ David/ L'an deux". Ese año dos es 1793, según el nuevo calendario revolucionario.
Lo representa con crudeza y austeridad, como si de un nuevo "Cristo" se tratara.
En la mano izquierda aún mantienen la carta que Charlotte la ha escrito en la que le promete participar en una conjura contra los girondinos. La pluma, la verdadera arma de Marat, periodista del L'Ami du peuple, desde el que había denunciado sin vacilaciones a muchos revolucionarios, según él, tibios.
Marat será ensalzado como héroe y mártir.
La muerte de Marat, Eduard Munch 1907 Museo Munch de Oslo. |
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