Enfrentado a las sucesivas crisis que a lo largo de 1946 precipitaron la guerra fría, emitió en 1947 la denominado Doctrina Truman de "contención" del comunismo. Promovió el Plan Marshall, hizo frente al bloqueo de Berlín y propició la creación de la OTAN.
Uno de los objetivos fundamentales de la política exterior de Estados Unidos es la creación de condiciones en las cuales nosotros y otras naciones podamos forjar una manera de vivir libre de coacción. Esta fue una de las causas fundamentales de la guerra con Alemania y el Japón. Nuestra victoria se logró sobre países que pretendían imponer su voluntad y su modo de vivir a otras naciones. Para asegurar el desen volvimiento pacífico de las naciones libres de toda coacción, Estados Unidos ha tomado parte preponderante en las Naciones Unidas. Estas están destinadas a posibilitar el mantenimiento de la libertad y la soberanía de todos sus miembros. Sin embargo, no alcanzaremos nuestros objetivos a menos que estemos dispuestos a ayudar a los pueblos libres a preservar sus instituciones libres y su integridad nacional frente a los movimientos agresivos que tratan de imponerles regímenes totalitarios. [...]
En la presente etapa de la historia mundial casi todas las naciones deben elegir entre modos alternativos de vida. Con mucha frecuencia, la decisión no suele ser libre. En varios países del mundo, recientemente, se han implantado por la fuerza regímenes totalitarios, contra la voluntad popular. El gobierno de los Estados Unidos ha levantado frecuentes pro testas contra las coacciones y las intimidaciones realizadas en Polonia, Rumanía y Bulgaria, violando el acuerdo de Yalta. Debo afirmar también que en otros países han ocurrido hechos semejantes.
Discurso del presidente Truman ante el Congreso de EE.UU.
Washington, 12 de marzo de 1947
He leído en vuestros periódicos que la política de coexistencia pacífica que os proponemos significaría en realidad la creación de un «mundo dividido». Nada más alejado en la exacta comprensión de la idea de la coexistencia pacífica que esta interpretación. En la realidad queremos obtener lo contrario: la coexistencia pacífica y la competencia de las relaciones siempre más amplias entre los pueblos, en el dominio económico y cultural. Al contrario la negación de la coexistencia y de la competencia, significan la ruptura de todas las relaciones entre los países y un relanzamiento de la "guerra fría".
Los que no quieren cerrar los ojos a la realidad deben reconocer que en nuestra época la única vía razonable para el desarrollo de las relaciones internacionales es la solución de los problemas y litigios por la negociación. Nuestro viaje a América, y la próxima visita del presidente Eisenhower a la Unión Soviética permitirán, así queremos esperarlo, proceder a- un cambio de sinceras opiniones sobre las cuestiones en litigio y de más fácil comprensión para nosotros.
Vivir en paz, en buena hermandad, o caminar hacia una nueva guerra, tal es la elección ante la cual se encuentran ahora las Unión Soviética y los Estados Unidos, el mundo entero. No hay una tercera a menos que uno de nosotros considere el trasladarse a otro planeta. No creo más en ésta última posibilidad: los soviéticos no se sien ten mal del todo sobre la Tierra y pienso que vosotros no tenéis intención de encargar billetes para la luna. Según lo que conozco, la permanencia allí es bastante incómoda.
Disponen, señores, de grandes posibilidades. Sois influyentes. Esto es por lo que dirigiéndome hoy a vosotros, quisiera expresar la esperanza de que los hombres de negocios de los Estados Unidos utilizaran su influencia en una buena dirección y trabajaran para la coexistencia pacífica y la competencia entre nosotros (...)
Con seguridad, no os llamo, señores hombres de negocios, a compartir nuestra concepción del mundo: pienso que no pretendéis hacer cambios en favor del capitalismo. Hemos pasado la edad. Es probable que creamos en la victoria de vuestro sistema, y yo estoy convencido de que es el socialismo será el que vencerá (...)
Kruschev en el Economic Club de Nueva York, septiembre de 1959
Su largo período al frente del país se caracterizó por el inmovilismo político, el estancamiento económico y una espectacular afirmación del poder exterior de la URSS.
Posición de los estados socialistas es la del respeto a la soberanía de todos los países. Nosotros con gran énfasis nos oponemos a las injerencias en los asuntos de cualquier estado y a las violaciones de su soberanía.
Al mismo tiempo el establecimiento y la defensa de la soberanía de los estados que se encuentra en el camino de la construcción del socialismo es de gran importancia para nosotros los comunistas. Las fuerzas del imperialismo y la reacción están buscando privar a los pueblos de este logro, ahora que en los países socialistas los derechos soberanos han asegurado la prosperidad de sus países y el bienestar y la felicidad de amplias masas de gente trabajadora en la construcción de una sociedad libre de toda opresión o explotación (...)
Es bien sabido que la Unión Soviética ha hecho mucho por fortalecer la soberanía y la independencia de los países socialistas. El Partido Comunista de la Unión Soviética siempre ha defendido que cada país socialista debe determinar las formas específicas de su desarrollo en el camino hacia el socialismo, teniendo en consideración sus propias condiciones internas. Sin embargo, nosotros sabemos, camaradas, que hay también leyes comunes de gobierno en la construcción del socialismo (...)
Y cuando fuerzas hostiles internas y externas que son contrarias al socialismo atentan para cambiar el desarrollo de cualquier país socialista en la dirección del sistema capitalista, cuando una amenaza de esta naturaleza aparece en un país socialista, y se produce una amenaza a la seguridad de la comunidad socialista, se convierte no sólo en un problema para el pueblo de ese país, sino también en un problema general, que concierne a todos los países socialistas.
Puede afirmarse que una acción como ayuda militar a un país hermano para poner fin a la amenaza al sistema socialista es extraordinaria, una inevitable medida, que solo puede estar provocada por acciones directas por parte de los enemigos del socialismo en el interior de los países y detrás de sus fronteras; acciones que crean una amenaza a los intereses comunes del campo socialista.
Leonid Breznev, 12 de noviembre de 1968
La Conferencia Afroasiática ha prestado seria atención al problema de la paz y de la cooperación mundial. Ha examinado con profunda preocupación el actual estado de tensión internacional con el consiguiente peligro de una guerra atómica mundial. El problema de la paz está ligado al problema de la seguridad internacional. A este propósito, todos los Estados deben cooperar, sobre todo, a través de las Naciones Unidas en realizar la reducción de las armas atómicas bajo un válido control internacional. En este modo se puede promover la paz internacional y la energía ató mica puede ser usada exclusivamente para fines pacíficos. (...)
Todas las naciones deberían tener el derecho de escoger libremente sus sistemas políticos y económicos y su modo de vida en conformidad con los fines y principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Libre de sospechas y de miedos y animados por la fe y buena voluntad de una hacia otra, las naciones deberían practicar la tolerancia y vivir juntas en paz y de buenos vecinos a desarrollar una cooperación amigable sobre la base de los diez principios siguientes:
1. Respeto por los derechos fundamentales del hombre y para los fines y principios de la Carta de las Naciones Unidas.
2. Respeto para soberanía y la integridad territorial de todas las naciones.
3. Reconocimiento de la igualdad de todas las razas y de todas las naciones, grandes y pequeñas.
4. Abstención de intervenciones o interferencia en los asuntos internos de otros países.
5. Respeto al derecho de toda nación a defenderse por sí sola o en colaboración con otros Estados, en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
6. a) Abstención de participar en acuerdos de defensa colectiva con vistas a favorecer los intereses particulares de una de las grandes potencias. b) Abstención por parte de todo país a ejercitar presión sobre otros países.
7. Abstención de actos o de amenaza de agresión y del uso de la fuerza en los cotejos de la integridad territorial o de independencia política de cualquier país.
8. Composición de todas las vertientes internacionales con medios pacíficos, como tratados, conciliaciones, arbitraje o composición judicial, así como también con otros medios pacíficos, según la libre selección de las partes en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
9. Promoción del interés y de la cooperación recíproca.
10. Respeto por la justicia y las obligaciones internacionales.
Declaraciones e favor del desarrollo de la paz y la cooperación mundial, Conferencia de Bandung, 1955
Compatriotas: Se ha proclamado la República Popular China y el pueblo chino ya tiene su propio gobierno central. De acuerdo con el Programan Común, el Gobierno ejercerá la dictadura democrática popular en todo el territorio chino. Dirigirá al Ejército Popular de Liberación en la prosecución, hasta el fin, de la guerra revolucionaria para eliminar a las tropas remanentes del enemigo y liberar todo el territorio nacional, consumando así la gran obra de unificar a China. Conducirá al pueblo a vencer todas las dificultades, a emprender una gigantesca construcción económica y cultural, acabar con la miseria e ignorancia heredadas de la vieja China y mejorar gradualmente sus condiciones materiales y su vida cultural. Defenderá los intereses del pueblo y reprimirá todas las actividades conspirativas de los contrarrevolucionarios. Robustecerá las fuerzas terrestre, naval y aérea del pueblo, consolidará la defensa nacional, salvaguardará nuestra integridad territorial y soberanía y enfrentará la agresión de cualquier país imperialista. Se unirá y aliará con todos los países, naciones y pueblos amantes de la paz y la libertad, en primer lugar con la Unión Soviética y las Nuevas Democracias, y luchará junto con ellos contra las intrigas de provocación bélica de los imperialistas y por una paz mundial duradera.
Mao Tse-Tung, Viva la gran unidad del pueblo chino, 30 de septiembre de 1949
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