[...] He oído el insensato y necrófilo grito de "¡Viva la muerte!". Para mí es equivalente al de "¡Muera la vida!", y yo que me he pasado la vida componiendo paradojas que excitaban la ira de algunos que no las comprendían, he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula paradoja me repele.
[…] El general Millán Astray no es una mente selecta, aunque sea impopular, o mejor dicho, por esta misma razón. Porque es impopular. El general Millán Astray quisiera crear de nuevo España -una creación negativa- a su imagen y semejanza, y por esta razón quiere ver España mutilada como sin querer nos lo ha dicho.”
Millán Astray: «¡Muera la inteligencia!».
«¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales», corrigió don José María Pemán. Y don Miguel de Unamuno prosiguió:
«Éste es el templo del intelecto. Y yo soy su sumo sacerdote. Sois vosotros los que estáis profanando su sagrado recinto. He sido siempre, a pesar de lo que puedan decir los proverbios, un profeta de mi tierra. Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis, porque tenéis en vuestras manos sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para poder persuadir necesitaríais lo que no tenéis -la razón y el derecho en la lucha-. Considero fútil exhortaros a pensar en España. He terminado.”
Discurso de Unamuno en réplica a Millán Astray en la Universidad de Salamanca (12 de octubre de 1936)
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